Tengo muchas ganas de llorar. De llorar fuertemente, que mi cuerpo sacuda la tristeza. Me siento tan desepcionada de mi misma, por volver a creer en el amor. Pero esta vez llegué demasiado lejos, he perdido mi fuerza, mi propio respeto, mi intimidad y olvidé que mi cuerpo siente y vibra. No logré mi sueño, no pude tener un matrimonio bonito, ni siguiera si casé. Otra vez pasan los años y sigo probando ser una esposa fiel, entregada, responsable. Cumplí a cabalidad , a mi estilo y mi mas arrebatada forma de vivir. Que puedo decir soy un simple siervo que no sabe de muchas cosas, pero suelo ser respetuosa de lo que poco capte a lo largo de la vida que me tocó vivir. Estoy triste, por qué siento que ya se me agotaron todas mis fuerzas, y no fui feliz, mi vida encontró pequeños fragmentos hermosos en esta relación y también mucho dolor. Una infraguable soledad. No entiendo cómo pude fracasar, llegué con tanta fuerza a amar sin medida, me entregué y soporte todo. Pero hoy me he cansado de restar en vez de sumar. El no cree en mi, su actitud es indiferente, es de desgano, como si le estorbara. Y eso me destruye, me acaba, mata el tanto amor que aún siento por el. Es muy triste darme cuenta que a este hogar ya no siento pertenecer.