Cada día reconozco que los errores se pagan con adobes en la espalda. Puedes sentirte libre y feliz de que la vida me cobró cada una de las lagrimas que derramaste, cada maldición que me recetaste, cada mal pensamiento de odio y todo el dolor que genere en tí. Lo he pagado al 1000 % te lo juro, si de algo estoy segura en esta puta vida, es que lo sigo pagando con dolor y coraje. Odio mi maldición, odio hacerte sufrir, odio desearte tanto y necesitarte tanto, Así como el hecho de seguir respirando tan agonicamente.
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