A veces quisiera creer que todo tiene su porque y sentido, que cada instante que vivo dejara su motivo tatuado en mi piel, Solía ser la mujer amorosa, compartida, creyente del amor y de muchas ilusiones, yo era de las expresaba sus sentimientos, y votaba por que el amor fuera nuestra doctrina a seguir para cambiar al mundo. Con los años no solo mi convicción cambio, sino que en lo que creia ya no creo. En un momento del camino, olvide mis sentimientos, y el amor paso a convertirse en un sentimiento de soledad. Deje de creer que el corazón tenia funciones extrasensoriales como las corazonadas y el enamoramiento. Hoy solo es una maquinaria que me mantiene oxigenada, y me hace vivir desde que amanece hasta que anochece. Hay veces de verdad, quisiera creer en los milagro y los deseos. Pero por más años que pasan y soplo la vela de mi cumpleaños no cambia nada. Sigo sola, sin ti... y sin nadie mas que me quiera como parte de su camino de vida.
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