martes, octubre 11, 2016

Perdiendo el calor.

Antes solía tener la capacidad de seducir, podía atraer a cuanto hombre deseaba. Mi cuerpo los complacía, mis palabras los volvía locos, mi pasión era como un polo de atracción. Mi calor era percibido al estar frente o enseguida de ellos, tan solo con sonreír. Todo era tan rico y seductor. No necesitaba caretas, ni vestimenta de prostituta, era solo mi esencia, mi cadencia. Aun con los años puedo recordar la exaltada respiración, sus ruidos personales, sus frases, los bruscos y acelerados movimientos, así como el sudor bañándome minuto a minuto. Que tiempos aquellos, todo estaba despierto en mi. Hoy soy un palmo de nada, mi cuero se muere por revivir esas sensaciones, el calor y la cadencia. No tengo mas pasión corriendo por mis poros. Mi compañero de vida, no siente nada al tocar mi cuerpo, no he encendido su llama con mis besos. Mis mordidas duelen, y mi cuerpo le pesa, mis caricias lo lastiman. El desea que yo sea alguien distinto. Mi ser no le es suficiente para apasionarse y desearme como lo deseo yo.

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