Mis momentos.

 Tengo ganas de arrancarme el cabello, me tiembla cada vena de mi cuerpo. Aprieto mi quijada y siento esa fuerza que quiere derribar mis dientes. Quiero salir corriendo por las calles y sacar esto que siento por dentro. Este fuego que recorre mis pulmones y mi estómago, me afixia, me agota. Solo puedo llorar y llorar, mis pies no se pueden despegar del suelo, aprieto mis puños y mis dientes, esperando me canse y me pueda quedar dormida. Quisiera sentir tu mano junto a la mía y me dijeras ya está pasando,  besaras mi frente, tan tibia para hacer regresar mi sangre al cuerpo y esto se detenga tan cordialmente, y pueda abrir mis ojos para verte parado frente a mi y sentir que esto no paso.

Tambien de madrugada.

 Odio cuando vienes a mi a la una de la mañana, y me despiertas cuando más cansada estoy. Haces que abra mis ojos y me de cuenta de lo que escondo entre mis almohadas al caer la noche. Si, eso duele. Me haces enfrentarme a mi realidad, a mi agonía interna. Haces que sienta ese vacío que nunca se llenará, ni teniéndolo a mi lado, dormido en mi cama. Sigo siendo la comodidad de tantos y el amor de nadie. Hay ANSIEDAD! Eres tan oportuna, tan dura, tan violenta con mi cabeza, que ni dormida te cansas de estar presente.