Odio cuando vienes a mi a la una de la mañana, y me despiertas cuando más cansada estoy. Haces que abra mis ojos y me de cuenta de lo que escondo entre mis almohadas al caer la noche. Si, eso duele. Me haces enfrentarme a mi realidad, a mi agonía interna. Haces que sienta ese vacío que nunca se llenará, ni teniéndolo a mi lado, dormido en mi cama. Sigo siendo la comodidad de tantos y el amor de nadie. Hay ANSIEDAD! Eres tan oportuna, tan dura, tan violenta con mi cabeza, que ni dormida te cansas de estar presente.
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