Entre risas, frases celebres, abrazos y buen humor, así pase la noche más concurrida de este año que a medias va pasando. El brindis estuvo a cargo de mi amigo Adrían, quien con su linda carcajada, es el bueno que siempre tiene cosas serias que decir, bromas de la prepa, y ocurrencias cotidianas, así comenzo la noche brindando por volvernos a reunir. Así llegaron toda la bola, unos corriendo, otros cantando, otros más acompañados de sus familias como mi compadre kike, otros presentandome a sus nuevos amores, a amigos muy cercanos, a parientes de visita, todo parecia sublime, entre totopos con queso de nachos, cerveza, refrescos y mucha botana. A las 11 de la noche, se dejo escuchar el primer corrido de la noche que salía de la troca de mi amigo lacho, que siempre ameniza las juntadas, de pronto Many siente un jalon en su brazo y era mi querida carola que venía a que empezaran a poner ambiente, lo jalo al medio del porche y bailaron de corridita una canción de banda. Mi amigo oskar, franco, isaac, hugo, se reian viendolos hacer el canaval de la noche, pues para ellos la musica era solo una populachada, tendriamos que cambiar a calamaro y a los cadillac´s para soltar las gargantas al ritmo de mil horas. La nota de la noche, fue cuando llego mi querido igael, quien con su retoño vino y me dio el abrazo más timido y esperado en años. Detrás de ellos, estaba su mujer quien con unos ojos muy profundos, no supimos que hacer, tan solo el tramite social, un saludo cordial. La media noche llego y mi madre, con una enorme sonrisa al verme feliz. me dijo que si empezabamos a servir la cena, y su deliciosa barbacoa se hizo presente. Como en las fiestas de los Luna Sinohui, la delicia de comidas se deleita con solo acerca un rico platote de barbacoa, sopa y los famosos frijoles de mi madre, añorado ese sazon, por mis amigos quienes ya habian tenido la dicha de degustarlos. Ni la cena podía parar de escuchar tantas conversaciones, algunos mencionando cosas divertidas que pasaron en mi presencia y otros recordando momentos epicos de nuestra alocada juventud. Que bella noche, hasta el clima se portaba amable, hacia un fresco con viento frio que soportabamos justo cuando empinabamos los botes de cerveza. Poco a poco se acercaban a despedirse d emi, vi sus caras, ellos se despedian con elocuencia, cada uno paso frente a mi, a nadie vi salir de ese lugar, en el cual la gente que más quizo estuvo mi lado. a quienes siempre extrañe fueron a mis perros, pero nadie los quizo llevar, no era lugar para mascotas inquietas e insolentes. Toda la fiesta sucedio anoche, anoche pasaron frente a mi todos mis conocidos, de todos me he acordado, y me he despedido, aun que fue un sueño, anoche en mi feretro, logre volver a verlos.
FIN
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