Tengo ganas de brincar de alegría, un regalo, un detalle, una gran sorpresa. Quiero un hombre que me diga mi amor, te amo. Pero que en verdad lo demuestre de corazón, cabeza y estomago. Alguien que me hable al oído cosas tan dulces como la miel, alguien que me toque con pasión, con ganas de comerme en un solo bocado. Quiero que mi mente se pierda en sus ojos, mi boca viaje por su cuerpo, como si hubiese hecho el viaje mas largo y añorado en la vida. Quiero alguien que me despierte para ir al trabajo, con un rico abrazo apretadito. Quiero vivir, vivir en su voz, en las cosas que tiene que decirme, con todas esas locuras por contar y cometer. Quiero ser su diferencia, su única realidad. Dios mio por favor, no quiero morir sin antes conocer al príncipe azul de mi cuento de hadas.
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