Tengo días dándote vuelta en mis ideas, recordándote en mi lengua, en mi saliva que corre y lubrica mis palabras. Hablo contigo en todo momento de soledad, tengo miedo que la gente diga que estoy DEMENTE. Disfruto de tu ausencia, te cuento cada cosa, imaginando tu risa, tus gestos tan marcados en mi memoria. Aun puedo escuchar tu voz en mi oreja, cuando me decías amor. Mis lagrimas caer, al efíme contemplar de cada silaba en mis sentidos, mi corazón emocionado, una triste historia que me acompañará como sombra al final.
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