Un mundo raro.

De buenos deseos nos rodeamos todos los días. Tengo tiempo luchando contra reloj, entre subidas y bajadas, me he encontrado manos que me ayudan a levantarme, que me endulzan el oído para que vea el sol de color amarillo, y lo deje iluminar de nuevo mi corazón. Pero termino ahogada, y buscando siempre la soledad. Pues es ahí donde logro vivir, recordándote, dejando que llegue la noche para nuestro encuentro, todas las noches te sueño, y corro a tus brazos, a besar tus labios pequeños, y poder conciliar mi sueño mirando tus ojos. Mucha gente me dice que estoy mal, se preocupan de que no salgo de mi mundo extraño. No lo tomo a mal, agradezco sus ánimos y sus buenos deseos, pero lo único que busco es que aun que pasen los años, jamas se borre de mi mente y mi corazón, tu rostro, tu recuerdo vivo de amor. Soñar con que un día sea tu mano la que me ayude a levantarme y caminemos juntos por algún parque, donde todos estos sueños los vea culminados y encuentre la paz.