Tu no tienes la culpa!

Una mañana , y una noche, solo necesito diariamente, para sentir las heridas que tiene mi cuerpo. Basta con cerrar mis ojos, y revivo el dolor que enfría mi corazón. Tengo la sangre lenta, adolorida de recorrerme de pies a cabeza. Tu, Solo eres el motivo del cual me detengo para sentir que aun resurjo del subsuelo, donde hace años me auto enterré. Hace tiempo deje de pensar que tu eras el culpable de mi soledad, de tu recuerdo clavado en mi alma. La alas me las corte yo misma, el día que te aleje de mi existencia. Ahora, la experiencia me dice que las acciones que uno lleva acabo, siempre han de tener consecuencias. Y la mía es la soledad y el vació de mi corazón.