El desamor se mide con oscuridades. Con cucharas de ausencia y gotas de nadie que caen por la ventana. Se mide el desamor con oquedades, esas donde los brazos abarcaban cuerpo y costumbres. Por eso, en este ejercicio bárbaro de olvidarte, me propongo firmemente, exhudar tu nombre en los minutos y sacar de mi voz tus recuerdos. Es todo. La casa gira entre horas fantasmales y la luna se ha quedado dormida en mis ojeras. Es todo.
"poema Rescatado del blog de PALABRAS DE UN MUERTO"
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