Hines
Como hormiguero en tierra, sintió que la sangre borbardeo más fuerte que de costumbre, estaba ahí, su amor caminando sigilosamente buscando su rostro, sus dulces labios, era más que alegría en el corazón, era un profundo dolor de esperanza.
Había llegado el momento de tomar sus brazos de nuevo, sentir su cuerpo tibio enrredando su torso como la hoja del arbol naciendo del tallo. Blanca, sonriente y aun con sus cejas deliniadas, con tan femeneidad, vió venir su vida misma.
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