El duelo es un proceso y pasas por varias fases. Al principio NO lo quieres aceptar, estas en negación y piensas: “no me ha dejado de amar, está confundido, esto no está sucediendo, ya volverá conmigo.” Lo mejor es ACEPTAR que has terminado y validar el dolor que sientes al comprender que los sueños que tenías con esa persona ya no se cumplirán.
Cuando comprendes que ya ha TERMINADO entonces entras en una fase de TRISTEZA profunda, sientes como si un elefante enorme te estuviera presionando el pecho con su pata. Sientes que tu vida no tiene sentido, sólo quieres quedarte acostada en tu cama y no salir.
Empiezas a pensar en ese amor una y otra vez y llegas a pensar que te estas volviendo loca, pero sólo es parte del duelo, es parte del proceso de SOLTAR. Cuando cede un poco el dolor, empiezas a sentir IRA, mucho coraje por lo que te sucedió, siente la ira, permítete, sentirla, pero no hagas nada impulsada por la ira. Grita, ESCRIBE acerca de lo que sientes, la ira es tuya responsabilizate por ella. También puedes sentir culpa, ansiedad, desesperación por saber de él, pero no lo busques, solo es parte del proceso de duelo, ya sanarás.
Aguántate, duele pero no mata. Con el tiempo, empezarás a sentirte mejor y cada vez pensarás menos en él. Mantente ocupada, inventa nuevas cosas que hacer, cuida de ti, haz ejercicio, escribe, cuando menos pienses un día despertarás y te darás cuenta de que lo que ayer dolía hoy ya no duele.
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