Tengo la piel desesperada por una caricia. Mi boca extrañamente en el abandono sin saber lo que un beso puede causar. Tengo en mi mente un gran anhelo, poder sentir al hombre que tengo clavado en mi vida. Hay días tan difíciles como estos que su ausencia me hace tanto daño. Lo extraño mucho, y me duele más. De verdad quisiera poder verlo, poder hablarle aun que no me escuchará. Tengo un gran deseo de gritarle que lo amo, que no puedo más con esto guardado en mi pecho.
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